Desde el pasado sábado 7 de enero la avenida Paseo de la Reforma de la Ciudad de México alberga a un nuevo habitante, la Estela de Luz, construida para conmemorar el Bicentenario de la Independencia de México y con la cual aseguró el presidente Felipe Calderón, los mexicanos se sentirán identificados al ser el emblema de una nación segura, justa y próspera. ¡Nada más alejado de la realidad!
Aunque tardía resultó la inauguración –con 15 meses de retraso-, la inversión de ¡mil 36 millones 460 mil de pesos! se vio materializada en esta enorme barra de luz, que ya es apodada por algunos como La Estela de la Corrupción o Monumento al Despilfarro, pues en un inicio se informó que tan sólo costaría 200 millones de pesos.
Debido a las anomalías de la construcción y las de carácter administrativo, esta Estela de Luz ha causado indignación en la sociedad civil, que se ha manifestado a través de redes sociales al cuestionar este imprudente gasto del Gobierno Federal cuando hay problemas que se pueden solucionar con esta enorme cantidad de dinero.
Esta Estela de Luz conformada por mil 704 placas de cuarzo, es un proyecto dirigido por el arquitecto César Pérez Becerril y es avalado por el Colegio Mexicano de Ingenieros Civiles, A.C., pero no por la sociedad civil.
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