viernes, 16 de diciembre de 2011

Xochimilco y el misticismo de la Isla de las Muñecas


Visitar Xochimilco, al sur de la ciudad de México, y no subirse a una pintoresca trajinera de madera adornada con flores para recorrer los 189 kilómetros de canales navegables (declarados en 1987 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO), es perderse de un trayecto mágico en el cual los turistaspueden elegir visitar la enigmática Isla de las Muñecas, fundada en los años 50 por el señor Julián Santana Barrera, quien optó por poner mulecas en diferentes partes de su chinampa para alejar así al espíritu de una joven mujer que murió ahogada a orillas de su terreno flotante, pues noche tras noche escuchaba pasos, voces y lamentos.
Don Julián, nativo del barrio de la Asunción, comenzó a dar asilo a todas las muñecas que se encontraba abandonadas en la calle, en los canales o en los basureros. Sin importarle si les faltaba un brazo, una pierna, un ojo o si su vestimenta estaba rasgada, él simplemente las recogía para posteriormente colgarlas en sus árboles o en algún rincón de su choza hecha con ramas de ahuejote, chinami, zacatón y carrizo.
Sin proponérselo, Don Julián pronto llamó la atención de personas que sintieron curiosidad por conocer su isla, en donde se dedicaba a sembrar maíz y verduras.
Muñecas huérfanas
La tarde del 17 de abril de 2001, el señor de las muñecas fue encontrado ahogado en el mismo lugar donde décadas atrás había fallecido la joven mujer. Don Julián había caído al canal luego de sufrir un infarto. “Cuando lo encontramos ya no había nada que hacer”, explica su sobrino “El Chope”. Aunque, cuenta la leyenda, una sirena fue la que se lo llevó.
Tras el lamentable hecho, “El Chope”, decidió hacerse cargo de la isla para que las muñecas no quedaran huérfanas y para honrar la memoria de su tío, quien las quería como si fuesen sus hijas pues él nunca se casó.
“Un día mi mujer enojada me preguntó ¿las muñecas o yo? Me quedé con las muñecas porque nadie las iba a cuidar. La verdad, a veces si me da miedo vivir aquí, no mucha gente aguantaría pasar una noche. A veces escucho a mi tío caminar con su bastoncito. Hay gente que dice que mi tío era brujo o curandero, el sólo era un campesino que se quería proteger del mal y alejar las malas vibras”, explica “El Chope”.
Una codiciada isla citadina
Actualmente, la Isla de las Muñecas -que no cuenta con luz eléctrica- se mantiene de los donativos de los visitantes, que por 10 pesos pueden recorrer el lugar, tomar fotos y escuchar algunas escalofriantes historias que ya han sido escuchadas por políticos, artistas y deportistas, tanto nacionales como extranjeros.
A pesar de la fama de esta isla, que recibe a miles de turistas (30 por ciento nacionales y 70 por ciento internacionales), las autoridades de Xochimilco no la han apoyado para catapultarla como destino turístico, “sólo quieren beneficiarse, quitarme de aquí, pero mejor solo”, comenta el ahora encargado de las muñecas.


Marcas como Bimbo, Cerveza Sol y Tequila Corralejo, propusieron a “El Chope” comprarle la isla pero se rehusó. “Hasta unos españoles me ofrecieron 150 mil euros, pero quieren cambiar lo tradicional de esta isla, quieren poner su logotipo y tenerme como empleado y no quiero eso, prefiero que la isla siga como hasta ahora, como una tradición y un lugar misterioso para visitar”.
La Moneca, la consentida de Don Julián
Los visitantes forman parte de esta tradición, comenta el único habitante de la isla, pues ellos son quienes donan muñecas o les traen ropa nueva, como a la Agustinita o Moneca, que era la muñeca preferida de Don Julián, quien la encontró un 28 de agosto día de San Agustín.
Agustinita realiza milagros y aleja las malas vibras, explica con devoción “El Chope”,  “la gente se le acerca le pone pulseritas o collares, le deja moneditas o billetes y le piden cosas en secreto, cuando se los cumple, la gente regresa a agradecerle. Todo para bien y nada para espanto”.
El tiempo no se detiene en la Isla de las Muñecas, las telarañas, el polvo y los hongos van cubriendo poco a poco los cuerpos de las muñecas, pero eso es lo que le da el toque especial y lo que hace que más personas visiten este lugar único en su tipo.
Un futuro incierto
“Después de mi tal vez mi sobrino se encargaría del lugar, pero es difícil saberlo. No quiero que se pierda esta tradición. Deben ser solos porque con esposa no se puede”, explica “El Chope”, quien cree que las muñecas son celosas y por eso no quieren que una mujer viva en la isla.
Ya muchas chinampas de Xochimilco están vacías, pero la historia de la Isla de las Muñecas ha sido recopilada en reportajes hechos por Televisa, TV Azteca, Canal 11, Infinito, National Geographic, Discovery Channel y People and Arts. Sin embargo, esto no significa que cuando “El Chope” la isla continúe recibiendo a los visitantes, de ahí su preocupación porque alguien siga cuidando el lugar por muchas generaciones más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario