sábado, 7 de abril de 2012

Opeth realiza estridente y nostálgico concierto en el Circo Volador


Por Israel Maldonado

Mientras miles de personas escucharon pop -haciendo referencia al Vive Latino-, algunos optamos por asistir a un concierto de rock. Y es que  los días 24 y 25 de marzo, el Circo Volador registró llenos totales  cuando Opeth, una de las bandas más  finas del metal que existe en la actualidad, se presentó de nueva cuenta en nuestro país.

Opeth se cuece a parte, pues se trata de una banda compleja que ha pasado por varias etapas a través de los años,  teniendo como resultado que cada disco sea único, como Heritage, su más reciente material discografico el cual ha recibido críticas mixtas.



En lo que respecta a la fecha del 24 (que por cierto, inició puntualito), quedó demostrado que ésta última placa es del agrado de la mayoría de la gente que asistió a este concierto para corear completitas las dos primeras rolas: "The devil´s orchard" y "I feel the dark", que definitivamente se escuchan mejor en vivo que en el disco.


Se puede decir que el concierto se dividió en dos partes: la tranquila y melancólica en la que destacaron  "I feel the dark", "To rid the disease" y "Face of Melinda" (recibida con una gran ovación), y la parte ruda y agresiva alimentada por "The drapery falls", "The grand conjuration" y "Deliverance", ambas ejecutadas en medio de una atmósfera deliranteque satisfizo a los congregados.



“My name is Piñata González”

Uno de los momentos más emotivos del concierto fue el que protagonizó Mikael Akerfeldt, compositor y vocalista de la banda, al dedicar la canción "Slither" al fallecido Ronnie James Dio, pues representa una de sus influencias musicales más importantes del género metalero.

Akerfeldt se mostró muy de buenas y no paró de platicar y hacer chistorines entre canción y canción. Además, aprovechó para recordarnos el apodo que él mismo se impuso la última vez que visitó nuestro país: Piñata González.


Ya para el final del concierto, Opeth cerró con tres de sus más populares clásicos. El primero de ellos fue "The grand conjuration", rola que subió los ánimos y en la que la mayoría de la gente interpretó la letra con voces guturales, algo pocas veces visto.

El ambiente en el Circo Volador fue impresionante pues la gente casi contenía la respiración en las partes más suaves del recital y guardó absoluto silencio en cada solo de guitarra.

Enseguida sonó la hermosa "The Drapery falls" del disco "Blackwater Park", misma que sirvió para el supuesto cierre del concierto. Pero como bien se dice, quien tanto se despide, pocas ganas tiene de irse. Las luces permanecieron apagadas, nadie cayó en el engaño pues todos sabíamos que regresarían para ofrecer una última demostración de su poderío, talento y belleza musical. Y esto quedó demostrado con el clásico y esperadísimo "Deliverance".


Un concierto de Opeth es una experiencia única e inolvidable. Su música es bella, detallista, hipnotizante, electriza cada una de las células del cuerpo; es un deleite para los oídos. Uno siempre queda con ganas de escuchar más. Ojala sea pronto.   

Set list del sábado
The Devil´s Orchard
I Feel the Dark
Face of Melinda
Slither
Credence
To Rid the Disease
Folklore
Heir Apparent
The Grand Conjuration
The Drapery Falls
Deliverance

Set list del domingo
The Devil´s Orchard
I Feel the Dark
Burden
Slither
Harvest
Windowpane
The Lines in My Hand
Folklore
The Drapery Falls
The Grand Conjuration
Deliverance
The Lotus Eater

***Todas las fotografías que ilustran este reseña fueron tomadas por el fotógrafo mexicano Germán García.

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