Enclavada en las montañas del occidente mexicano, la Hacienda de San Antonio se erige como el sitio ideal para las personas que desean pasar unas vacaciones memorables en un ambiente tranquilo donde confluyen lujo, sofisticación y privacidad.
Gracias a su espectacular estructura arquitectónica, rodeada de un magnífico escenario natural, el empresario y visionario Sir James Goldsmith, rescató esta hacienda. Posteriormente, fue restaurada y decorada con objetos antiguos europeos y mexicanos, así como con extraordinarias obras de arte, para convertirla en un lujoso resort que resguarda espíritu y tradición.
Desde su inauguración como resort en el año 2000, la Hacienda de San Antonio se ha posicionado a nivel mundial como un complejo turístico de cinco estrellas que ofrece servicio personalizado a sus visitantes, quienes disfrutan de momentos increíbles acompañados por amigos o familiares.
Sus visitantes disfrutan además, de sus jardines de ensueño, alberca de 30 metros con agua caliente, cancha de tenis, zona de masajes y tratamientos de belleza con productos seleccionados para consentir la piel y el alma, gimnasio, librería, WiFi gratis y una amplia selección de películas y documentales en DVD.
Ubicada a 12 kilómetros del cráter del Volcán de Fuego de Colima, la Hacienda de San Antonio -propiedad hermana de Cuixmala-, fue edificada en el siglo XIX en un predio de 202 hectáreas y que forma parte de un rancho cafetalero de más de 2,000 hectáreas.
En su apogeo, este encantador inmueble fungió como un exitoso productor de café arábica, el cual era exportado para ser consumido por la familia imperial en Alemania. Debido a la erupción del volcán en 1913 no se volvió a sembrar café a gran escala pero al salvarse la hacienda de la erupción, se construyó una hermosa capilla dedicada a San Antonio.
Gracias a su espectacular estructura arquitectónica, rodeada de un magnífico escenario natural, el empresario y visionario Sir James Goldsmith, rescató esta hacienda. Posteriormente, fue restaurada y decorada con objetos antiguos europeos y mexicanos, así como con extraordinarias obras de arte, para convertirla en un lujoso resort que resguarda espíritu y tradición.
Desde su inauguración como resort en el año 2000, la Hacienda de San Antonio se ha posicionado a nivel mundial como un complejo turístico de cinco estrellas que ofrece servicio personalizado a sus visitantes, quienes disfrutan de momentos increíbles acompañados por amigos o familiares.
Diversos medios han escrito sobre este impresionante destino, como el Wall Street Journal, que considera que la Hacienda de San Antonio “podría ser el hotel más exclusivo del mundo” y la describe como “un ensueño en su arquitectura en un impresionante escenario natural”.
La hacienda está conformada por 25 suites (3 de ellas Grand Suites) cada una con su nombre propio, estilo único, ventanas de estilo francés, alfombras hechas a la medida y chimenea.
Sus visitantes disfrutan además, de sus jardines de ensueño, alberca de 30 metros con agua caliente, cancha de tenis, zona de masajes y tratamientos de belleza con productos seleccionados para consentir la piel y el alma, gimnasio, librería, WiFi gratis y una amplia selección de películas y documentales en DVD.
Fieles a la filosofía de Sir James Goldsmith de proteger el medio ambiente y crear espacios sostenibles, la Hacienda de San Antonio cuenta con su propio rancho orgánico, El Jabalí, que produce frutas, hortalizas, café, quesos (manchego, de cabra, gouda) y otros alimentos que son utilizados en la preparación de exquisitos platillos que son ofrecidos todos los días a los huéspedes.
Cabalgatas, paseos por la montaña en bicicleta, caminatas al Volcán de Fuego y picnics en el lago El Epazote y el lago El Calabozo, son tan sólo algunas de las increíbles actividades al aire libre que se pueden realizar en la Hacienda de San Antonio, un enigmático sitio que definitivamente consentirá a los viajeros de principio a fin.
¡Qué bonito lugar! Parece que es caro pero creo para un fin de semana muy especial puede ser el destino ideal.
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