De mole, rajas, chile verde o rojo, con relleno de carne de puerco o pollo, son tan sólo algunos de los exquisitos sabores de tamales que en México comeremos hoy para celebrar el Día de la Candelaria, que es la etapa final del periodo navideño, ya que es cuando el Niño Jesús fue presentado en el Templo y que sirvió, además, para que la Virgen María se purificara.
Definitivamente a los mexicanos nos encantan las fiestas, y esta no es la excepción, por eso, con motivo de esta celebración, aprovechamos la oportunidad para degustar un platillo tradicional y de origen prehispánico que forma parte de la historia culinaria de nuestro país: los tamales.
Este día en todas la iglesias católicas de México se realiza el levantamiento del Niño Jesús, que consiste en llevar a bendecir su imagen con alegría y devoción, para después quitar todos los nacimientos y guardar las figurillas hasta la próxima Navidad.
Y de acuerdo a la costumbre popular, a quienes el 6 de enero (día en que festejamos la partida de la Rosca de Reyes) les
tocó el "muñeco", deben ofrecer a amigos y familiares atoles y tamales, que
es el alimento que podían adquirir las personas más humildes, tradición que perdura y que forma parte de nuestra identidad.
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