
Por un momento y sin que mis jefes me vean, cierro mis ojos y me viene a la mente la única playa que considero mi refugio, mi escape de esta olla de presión llamada ciudad, de la que muchas veces quiero huir con mi mochila y mi iPod ¡Qué otra playa podría ser mi destino, sino San Agustinillo!
Tal vez algunos no la conocen, pero deberían darse esa oportunidad, de gozar la paz que se respira con la brisa matutina proporcionada gratuita y bellamente por el océano.
Esta playa es un sueño, un paraíso el cual me cautivó hace un par de meses, sentí que era parte de ahí, el lugar y el momento perfecto para estar con quien deseaba. Pequeña y tranquila, sin hoteles lujosos, perfecta para el mochilero.
Se encuentra a una hora de Puerto Escondido (Oaxaca) y para mayor referencia, queda a 5 minutos de Mazunte, otro sitio hermoso en donde se puede ver tortugas y ayudar a liberarlas, lo que resulta una emoción inexplicable, diría que desencadena sonrisas y lágrimas de felicidad, pero tal vez sólo soy demasiado emocional.
Se encuentra a una hora de Puerto Escondido (Oaxaca) y para mayor referencia, queda a 5 minutos de Mazunte, otro sitio hermoso en donde se puede ver tortugas y ayudar a liberarlas, lo que resulta una emoción inexplicable, diría que desencadena sonrisas y lágrimas de felicidad, pero tal vez sólo soy demasiado emocional.
Habrá que conocerla
ResponderEliminar